Con una mezcla de ansiedad y determinación brillando en sus ojos, la pequeña niña avanzó nerviosa hacia el brillante reflector. “¿Conoces ‘You Raise Me Up’?” le preguntó la megastar mientras le pasaba el micrófono. Los vítores se elevaron en toda la arena, señalando el evento mágico que estaba a punto de suceder.
Reuniendo valor desde lo más profundo de su corazón, la joven asintió, su voz tan suave como un susurro pero tan poderosa como una sinfonía, las primeras notas de la querida canción llenando la arena. En ese momento, el público soltó un grito colectivo de asombro, una mezcla de sorpresa y respeto, impresionados por la extraordinaria habilidad contenida en un cuerpo tan frágil.